Una herramienta mordaza con cambio rápido se utiliza para cambiar las mordazas que integra con la misma operación, de forma rápida, sin perder tiempo. Nos ahorra mucho tiempo por lo que no tendremos que quitarlas de una en una. A nivel particular puede darse el caso de que no necesitemos una mordaza de cambio rápido, pero para un uso profesional (cómo en un taller), resulta imprescindible.

Cuando hablamos de una mordaza de presión nos referimos a un útil que hace la función de sujeción (bien de forma temporal, bien de forma permanente), de un conjunto de piezas.

Hay diferentes tipos de mordaza (cómo puede ser una mordaza de banco o una mordaza hidráulica), y cada modelo puede tener o no el sistema de cambio patentado. Este sistema se basa en una guía de centraje que permiten que se posicione de forma correcta las mordazas en la cabeza de prensado. Esto comprende una operación rápida, pero sencilla y muy segura; tanto para la persona que la está usado, cómo para el propio aparato.

Y es que si colocamos incorrectamente las mordazas en un modelo convencional, esto podría afectar al rendimiento del trabajo, produciendo importantes daños en la producción y reparación del aparato.

Vamos a analizar los diferentes tipos de mordaza que existen:

Tipos de mordaza

La mordaza rápida la tendremos que elegir en función del uso que le vayamos a dar (o será lo mismo usar una mordaza hidráulica para fresador profesional que para trabajos particulares), de sus medidas, de la longitud de las bocas, de las guías, del tipo de base (fija o móvil), así como en función de otros muchos criterios.

Tipos de mordaza en función de su modo de accionamiento

En función de su tipo de accionamiento tenemos 3 grandes clasificaciones: Manual, neumática e hidráulica.

Las mordazas neumáticas e hidráulicas son aquellas que automatizan el cierre y la apertura del aparato, además de la presión que nos hace falta para sujetar el objeto. Una mordaza hidráulica o neumática será mucho más fácil de utilizar que una manual, además de requerir de mucho menos esfuerzo.

Tipos de mordazas según el uso que se les va a dar

Nuevamente, según el uso que le vamos a dar a la mordaza de presión, tenemos 3 clasificaciones clave:

  • Mordaza clásica de tornillo: Es el tipo de mordaza más habitual que vamos a encontrar en el mercado. Está disponible en una larga serie de tamaños y materiales, pero normalmente la encontraremos en madera o en metal. Requieren de un buen mantenimiento, sobre todo de guardarlas en un lugar adecuado para evitar que se puedan deteriorar. Los expertos recomiendan tener más de una por si acaso, y que se guarden según su orden de estatura para encontrar más fácilmente el modelo deseado en cualquier momento.
  • Mordaza de avance fijo/progresiva: La gran ventaja de este modelo es que la llave de mordaza se puede ajustar con tan sólo una mano, por lo que se recomienda, sobre todo, para trabajos de bricolaje. También es perfecta para controlar mejor la fuerza que tenemos que usar al unificar las dos piezas. Los profesionales las suelen utilizar para cuando queremos hacer trabajos más delicados.
  • Mordaza de pinzas de muelle: Finalmente tenemos este tipo de mordaza que se utiliza para hacer presión sobre el encolado de pequeños objetos. Mientras esta presión se mantiene tendremos las manos libres para dedicarnos a otras tareas. Al igual que las anteriores, estas también se pueden ajustar con tan sólo una mano.

Evalúa tus necesidades y podrás encontrar la mejor mordaza rápida en tu caso.